Shia y el Sagrado Corán

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¿Acaso la Shî'ah opina que el Sagrado Corán ha sido alterado?

 

Los más notables sabios Shî'ah refutan la versión de que el Libro Sagrado haya sufrido alguna alteración y aseguran que la obra que se encuentra hoy en día en nuestras manos, es la misma que le fue revelada al Santo Profeta (BP), y no se le ha añadido ni tampoco suprimido palabra alguna. Para confirmar lo anterior, a continuación presentamos algunos testigos de nuestras palabras:
 
1. Dios Sapiente aseguró la protección del Libro Divino al decir:
 
﴿ إِنَّا نَحْنُ نَزَّلْنَا الذِّكْرَ وَ إِنَّا لَهُ لَحافِظُونَ ﴾
 
"Somos Nosotros Quienes hemos revelado la Amonestación y ciertamente somos Nosotros sus custodios" (Al–Hiyr 15:9).
 
Es obvio que los Shî'ah de todo el mundo, al aceptar al Corán como modelo de sus reflexiones y comportamiento y al tenerlo en gran estima, demuestran su fe en el mensaje que contiene esta aleya.
 
2. El Imâm 'Alî Ibn Abî Tâlib (P), que fue uno de los inseparables compañeros del Profeta (BP) y recopilador del mensaje de la revelación, en repetidas ocasiones invitó a los musulmanes a obedecer a este mismo Corán. A continuación recordamos algunas de sus palabras:
 
« واعلموا أنّ هذا القرآن هو النّاصح الّذى لا يغشّ و الهادى الّذى لا يضلّ »
 
"Debéis saber que este Corán es milagroso, nunca defrauda ni traiciona y es una guía que os alejará de la perdición...".1
 
« اِنَّ اللهَ سُبْحانَهُ لَمْ يَعِظْ أحَداً بِمِثْلِ هذَا الْقُرآنِ فَإنَّهُ حَبْلُ اللهِ الْمَتِيْنُ وَ سَبَبُهُ الْمُبِيْنُ »
 
"Al.lah Glorificado sea, nunca amonestó ni exhortó a nadie como lo hizo en Su Sagrado Libro, el Corán es una resistente cuerda Divina e instrumento esclarecedor de Al.lah...".2
 
« ثم أنزل عليه الكتاب نوراً لا تطفأ مصابيحه، و سراجاً لا يخبوا توقّده. و منهاجاً لا يضلّ نهجه... و فرقاناً لا يخمد برهانه »
 
"Entonces Al.lah envió Su Libro, que se asemeja a un rayo luminoso, a la luz de una lámpara inextinguible, a un sendero que nunca extravía a sus transeúntes. La sabiduría que separa la verdad de lo falso, y el criterio de su razonamiento es interminable".3
 
De las palabras de este Inmaculado (P), se deduce fácilmente que el Sagrado Corán se asemeja a una luz interminable, que ilumina el camino de los hombres y rechaza cualquier cambio que provoque su oscuridad o la desviación de sus seguidores.
 
3. Los eruditos de la escuela Shî'ah están de acuerdo en que el Profeta Muhammad (BP) expuso:
 
"Dejo entre vosotros dos joyas muy preciadas, una el Libro de Al.lah (el Sagrado Corán) y la otra mi Ahlul Baît y mi 'Itrat, si os aferráis a estas, nunca seréis de los extraviados".
 
Esta es una narración aceptada tanto por la escuela Shî'ah como por la Sunnah; y deducimos de esta que el Corán, desde el punto de vista de la Shî'ah, nunca ha sufrido alteración alguna, ya que, suponiendo que hubiese ocurrido algún cambio, entonces el aferrarse al Corán no garantizaría la orientación e inmunidad frente al extravío, y eso se contradice con lo que dice este hadîz.
 
4. En las narraciones de los Imâmes Ahlî Shî'ah, que han narrado los sabios y eruditos de esta escuela, se ha especificado que el Corán es el criterio que distingue la verdad de la falsedad y separa lo correcto de lo incorrecto; por lo tanto cuando un sermón, dicho o narración llega a sus manos, este debe concordar con la palabra del Sagrado Libro para poder ser aceptado como verdadero y correcto, y si sucede lo contrario es tachado de falso e incorrecto.
 
En los libros de fiq (jurisprudencia religiosa) y en los de hadîz, encontramos muchos dichos respecto a este tema. A continuación mencionamos uno de estos:
 
« ما لَمْ يُوافِقْ مِنَ الْحَدِيْثِ الْقُرآنَ فَهُوَ زُخْرُفٌ »
 
"Cualquier alocución que no concuerde con el Sagrado Corán es vana y engañosa".4
 
Este hadîz de Imâm As Sâdiq (P) manifiesta inequívocamente que esta Obra Sagrada no acepta cambio alguno hasta la eternidad, por ello puede ser utilizada como la balanza de lo justo y lo injusto.
 
5. Los grandes sabios de Ahlî Shî'ah, incansables investigadores de la cultura islámica y la Shî'ah, confirmaron que el Sagrado Corán nunca sufre alteración alguna. Por la abundancia de estas declaraciones, es imposible que nos refiramos en este pequeño texto a todas ellas, limitándonos a mencionar, tan solo, algunas como ejemplo:
 
1) Abu Ya'far Muhammad Ibn 'Alî Ibn Husaîn Bâbuîah Qumi, conocido bajo el nombre de Saduq, fallecido el año 381 d. H., afirma:
 
"Estoy convencido de que el Sagrado Corán es la palabra de Dios y la revelación. Este Libro no admite lo ilegítimo ni lo falso; el Todopoderoso y Sapiente hizo descender su Mensaje, y es Él su custodiador".5
 
2) Saîîed Murtidâ 'Alî Ibn Husaîn Musâûî 'Alaûî, conocido como 'Alam ul Hudâ, fallecido el año 436 d. H. cuenta:
 
"Un grupo de los Sahâbah (compañeros íntimos) del Mensajero de Dios compuesto por 'Abdul.lah Ibn Mas'ûd y Ubay Ibn Ka'ab y otros, repetidas veces leyeron todo el Sagrado Corán para el Profeta (BP). Todo eso indica como la más acertada reflexión que el mismo ya se encontraba recopilado (ordenadamente), y no fragmentado ni disperso".6
 
3) Abu Ya'far Muhammad Ibn Hasan Tusî apodado Shaîj at Ta’ifah, que falleció el año 460 d. H., sostiene:
 
[...] en cuanto a que se dice que (el Corán) tiene añadidos y exclusiones, esto también es impropio, ya que todas las escuelas islámicas consienten acerca de la falsedad de supuestos agregados, y en cuanto a las omisiones, la mayoría de estas lo refutan; y esto (el carecer de añadidos) es más meritorio a lo que nosotros sostenemos.
 
Esto es lo que nuestra escuela considera correcto. Saîîed Murtidâ acepta y defiende esta postura. Así es manifestado en las distintas narraciones.
 
Un pequeño grupo (tanto de la Escuela Shî'ah como de la Sunnah) es el que sostiene la idea de que algunas aleyas no han sido registradas en su totalidad, siendo otras registradas en desorden. Estas narraciones son mínimas y no deben tomarse en cuenta.7
 
4) Abu 'Alî Tabarsî, autor del Tafsîr Mayma' ul Baîân en uno de sus ensayos dice:
 
"Toda la Ummah conviene en que el Corán no ha sufrido adiciones; y respecto a las exclusiones, algunos de nuestros adeptos y una secta de los Ahlî Sunnah, los Hashaûîah han presentado varias narraciones, pero lo que está aprobado por nuestra religión es lo correcto, refutando esta esa versión".8
 
5) 'Alî Ibn Tâwus Hilî, llamado Saîîed Ibn Tâwus, fallecido el año 664 d. H., afirma acerca de las supuestas alteraciones del Sagrado Corán:
 
"La Shî'ah refuta la idea de que el Corán tenga añadiduras o exclusiones".9
 
6) Shaîj Zaîn ud–Din 'Âmilî, fallecido el año 877 d. H., la siguiente aleya:
 
﴿ إِنَّا نَحْنُ نَزَّلْنَا الذِّكْرَ وَ إِنَّا لَهُ لَحافِظُونَ ﴾
 
"Somos Nosotros Quienes hemos revelado la Amonestación y ciertamente somos Nosotros sus custodios" (Al–Hiyr 15:9).
 
La interpreta de este modo: "Consideramos que el Sagrado Corán está inmune de cualquier alteración, cambio o agregado".10
 
7) Qadî Saîîed Nûrid–Dîn Tustarî, autor de Ihqâq ul Haq, fallecido en 1019 d. H., en su obra comenta:
 
"La opinión de algunos imamitas que aseguran que el Corán ha sido alterado no es compartida por toda la Shî'ah, únicamente por unos cuantos, pero esta opinión es rechazada por los demás".11
 
8) Muhammad Ibn Husaîn, conocido como Baha’ud–Dîn 'Âmilî, que falleció el año 1030 d. H. afirma:
 
"Lo correcto es que el Sagrado Corán esté exento de cualquier agregado o exclusión, y los sabios refutan la opinión de aquellos que aseguran que el nombre de Amîr ul Mu’minîn fue excluido. Aquel que omita algo de la historia o hadices, sabe perfectamente que el Corán cuenta con una extensa cadena de narraciones y dichos de miles de los sahâbah de la época del Profeta (BP) y recopilado todo el Corán mientras el Profeta (BP) estuvo en vida".12
 
9) Faîd Kâshânî, autor del Kitâbi Wâfî, fallecido en 1091 d. H., después de la aleya
 
﴿ إِنَّا نَحْنُ نَزَّلْنَا الذِّكْرَ وَ إِنَّا لَهُ لَحافِظُونَ ﴾
 
"... somos Nosotros Quienes hemos revelado la Amonestación y ciertamente somos Nosotros sus custodios..."
 
Y otras como esta que niegan la alteración del Sagrado Corán, expone:
 
"¿Cómo es posible que haya adiciones u omisiones en el Corán? Además, esas narraciones que se contraponen a lo que dice el Libro de Al.lah deben ser refutadas por su falta de fundamentos".13
 
10) Shaîj Hurr 'Âmilî, fallecido en 1104 d. H., afirma:
 
"El investigador en historia de hadices y tradiciones ciertamente es consciente de que el Sagrado Corán por su gran cadena de transmisiones y dichos de miles de los sahâbah es verídico y fiable, y durante la época del Profeta (BP) fue recopilado y ordenado".14
 
11) El gran investigador Kâshif ul Ghitâ’ en su conocida obra Kashf ul Ghitâ’ expone lo siguiente acerca de las supuestas exclusiones:
 
"No hay duda de que el Corán está a salvo y protegido de omisiones (y cambios), bajo el resguardo de Al.lah, así como lo indica Él mismo, y el consenso de los sabios religiosos de todas las eras lo atestiguan. Sus opositores son mínimos, no dignos de tomarse en cuenta".
 
12) El líder de la Revolución Islámica, Aîîatul.lah ul 'Uzhmâ Imâm Jomeiní (r), cuya opinión la presentamos como otro de nuestros testigos, dijo lo siguiente:
 
"Aquel que esté enterado de cómo fue recopilado el Sagrado Corán, de cómo fue velado y dirigido, de cómo fue pronunciado y escrito este gran Libro, refutará la versión infundada de que esta Obra Divina fue alterada; y las narraciones que existen a este respecto son débiles y no pueden servir de argumento, o confusas ya que demuestran que han sido confeccionadas, o bien, narraciones que contienen un análisis e interpretación coránica (sin referirse a la apariencia exterior de la aleya) u otros, pudiéndose recopilar un libro general a este respecto; y si no fuese por temor a desviarnos del tema, expondríamos la historia del Sagrado Corán y lo sucedido durante estos siglos, demostrando así que este Libro, es el mismo Libro Sagrado que tenemos hoy en día en nuestras manos, y las diferentes opiniones existentes entre los recitadores de Corán (respecto a la forma de recitar las aleyas), es un nuevo concepto que no tiene nada que ver con lo que Gabriel el Amîn —el honesto— reveló al Mensajero del Islam".15
 
● Conclusión
Todos los musulmanes, Ahlî Shî'ah y Ahlî Sunnah están convencidos de que el Sagrado Corán que tenemos en estos momentos en nuestras manos es el mismo Libro Divino que le fue revelado al Profeta (BP) y refutan la versión de que haya sido alterado, sufrido cambios o que tenga añadiduras u omisiones.
 
Con lo expuesto con anterioridad comprobamos que la Shî'ah ha sido falsamente acusada, y si fueron acaso unas cuantas narraciones la causa de esta calumnia queremos hacerles saber que no solamente un grupo insignificante de la Shî'ah sostiene esta versión, sino que también un grupo de intérpretes de la escuela Sunnah la sustentan. A continuación damos algunos ejemplos ilustrativos:
 
1. Abu 'Abdul.lah Muhammad Ibn Ahmad Ansârî Qurtubî en su Tafsîr, exégesis del Corán, narra de Abu Bakr Anbâzî y él a su vez de Ubaî Ibn Ka'ab que el Sura Al–’Ahzâb (La Coalición) que cuenta en la actualidad con setenta y tres aleyas, en la época del Profeta (BP) contaba con el mismo número de aleyas que el Sura Al Baqarah (La Vaca), o sea, doscientas ochenta y seis aleyas, y que la aleya Raym (El Apedreamiento) también tomaba parte de este sura16, pero en la actualidad esta sura no hace referencia a tal.
 
En esta misma obra narra también que 'Âîshah comentó: "El Sura Al–’Ahzâb en la época del Mensajero de Dios estaba compuesta de doscientas aleyas, pero cuando el Corán fue escrito, no fueron registradas nada más que las que hoy en día tiene".17
 
2. El autor de la obra Al I’tiqân afirma que Ubaî Ibn Ka'ab registró ciento dieciséis suras del Corán; agregando a las existentes otras dos de nombres Hafad y Jal'.18 Todos sabemos que el Sagrado Corán cuenta con ciento catorce suras, y en ningún documento se han registrado estas dos, Hafad y Jal'.
 
3. Hibatul.lah Ibn Salâmah, en la obra An–Nâsij ûal Mansûj cuenta de Anas Ibn Mâlik: "En el tiempo del Profeta (BP) recitábamos un sura que se asemejaba en cuanto al número de sus aleyas al Sura At–Taûbah (El Arrepentimiento), de la cual únicamente memoricé una de sus aleyas:
 
﴿لَوْ اَنّ لِابْنِ آدَمَ وادِيانِ مِنَ الذَّهَبِ لَابْتَغى اِلَيْهِما ثالِثاً وَ لَوْ اَنَّ لَهُ ثالِثاً لَابْتَغى اِلَيْها رابِعاً وَلَا يَملأ جَوفَ اِبْنِ آدَمَ اِلّا التُرابُ وَ يَتُوبُ اللهُ عَلى مَنْ تابَ!﴾
 
"Si el hijo de Adán hubiera tenido dos valles de oro, hubiera deseado un tercero; si hubiera tenido tres, hubiera deseado un cuarto. Solo el polvo puede llenar el interior del hijo de Adán. ¡Ciertamente que Al.lah perdona a quien se arrepiente!".
 
Una aleya como esta no podemos encontrarla en ese Libro ni tampoco coincide con la elocuencia que tiene el Corán.
 
4. Yalâlud–Din Suîûtî en el Tafsîr Durr–ul Manzûr narra de 'Umar Ibn Jatâb que el Sura Al–’Ahzâb era de la misma extensión que el Sura Al–Baqarah, la cual incluía la aleya Raym.19
 
Por consiguiente, únicamente un pequeño grupo de Ahlî Shî'ah y Ahlî Sunnah, basándose en unas cuantas narraciones débiles y sin fundamentos, aseguran que el Sagrado Corán ha sufrido alteraciones. Estas narraciones que carecen de antecedentes fiables y de la aceptación de todos los musulmanes han sido rechazadas por estas dos escuelas, siendo las aleyas coránicas y las narraciones que cuentan con una cadena de transmisión fiable, y los dichos de miles de los sahâbah en lo que se basan los musulmanes del mundo para asegurar que el Sagrado Corán no ha sufrido, ni sufrirá cambio, alteración, agregado u omisión alguna.
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1.Nahy ul Balâghah, Subhî Sâlih, sermón 176.
2.Ídem.
3.Ídem, sermón 198.
4.Usul ul-Kâfî, t. I; Kitâbi Fadl ul ‘Ilm, cap. Al A’jdh bil Sunnah wa-Shawâhid ul-Kitâb, cuarta narración.
5.Al-I‘tiqâdât, p. 93.
6.Mayma‘ul Baîân, t. I, p. 10, según dice la obra Al-Masâ’il at-Tarâbulsiîât, Saîîd Murtadâ.
7.Tibaîân, t. I, p. 3.
8.Mayma‘ ul Baîân, t. I, p. 10.
9.Sa‘ad us Su‘ûd, p. 144.
10.Izhhâr ul-Haq, t. II, p. 130.
11.Âlâ’ar-Rahman, p. 25.
12.Ídem.
13.Tafsîr, Sâfî, t. I, p. 51.
14.Âlâ’ar-Rahman, p. 25.
15.Tahdhîb ul-Usûl, t. II, p. 96, escrito por el maestro Ya‘far Subhâni.
16.Tafsîr, Qurtabî cap. XIV, p. 113, exégesis de la primera parte del Sura Al-’Ahzâb.
17.Ídem.
18.Al I’tiqân, Yalâl Ad Din Suîûtî, t. I, p. 67.
19.Durr-ul Manzûr, t.V, p. 180, interp. de la primera parte del Sura 33 Al-’Ahzâb.

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